Pasan los días y Antonio Albarracín no puede olvidarse de esa mañana en la que despertó y al abrir sus ojos sólo percibió oscuridad. Sucedió hace 4 meses. Desde entonces, a causa de una diabetes, el albardonero no puede ver. Sin embargo, todavía guarda la esperanza de terminar de construir la medianera de su casa, tarea que quedó inconclusa. Es que el próximo martes será operado en la reconocida clínica oftalmológica Saldívar, en Mendoza. Será posible porque recibió la ayuda del Rotary Club Trinidad, que encaró una campaña solidaria para hacer que gente de escasos recursos sea operada en la vecina provincia. La familia Albarracín se enteró de la actividad a través de Diario de Cuyo y así se convertirá en la primera beneficiada.
La vida de Antonio cambió por completo en los últimos meses. El hombre de 54 años que se dedicaba a reparar motos y autos, hoy sólo puede caminar con ayuda de su esposa porque tiene miedo de caerse. “Terminé en el suelo en varias oportunidades. No soporto más esta vida”, dijo el hombre, que vive en la localidad de La Cañada. Antonio tiene cataratas y desprendimiento de retina, producto de la enfermedad que padece desde hace 17 años y por lo que debe inyectarse insulina diariamente. Pero esto no es todo lo que le provocó la diabetes. Además, le tuvieron que amputar un dedo del pie.
Ni bien detectó la pérdida de la visión, el albardonero comenzó con los trámites para operarse en San Juan. Pero los turnos que le daban la salud pública eran para dentro de varios meses. El problema es que el médico le dijo que si dejaba pasar más tiempo no iban a poder recuperar la vista de al menos uno de sus ojos.
Una cuñada del hombre leyó la nota del Rotay publicada en este medio, informando que convocaban a personas con problemas visuales y de escasos recursos para ser operadas en la clínica de Saldívar, el oftalmólogo que operó a Susana Giménez. Fue entonces cuando llegó la esperanza a la familia Albarracín. Se contactaron con la institución y realizaron un primer viaje a Mendoza para comenzar el chequeo. Volverán el martes que será el día de la cirugía.
Antonio se llena de esperanza a medida de que se acerca la fecha. Confiado y asombrado por la tecnología con que lo trataron en la clínica, ya se realizó todos los estudios prequirúrgicos y preparó el bolso para la partida. Según contó su esposa, que lo acompaña desde hace 28 años y con quien tuvo 7 hijos, en la clínica le dijeron que es seguro que el mismo día de la operación le den el alta.
“Nos llena de alegría poder ayudar a la gente. Lo bueno es que lo vamos a seguir haciendo”, dijo Eduardo Ferrer, presidente de Rotary Club Trinidad. Mientras que Angel Ortega, el vicepresidente, dijo que “nos encontramos con historias conmovedoras todos los días. Es lo que nos impulsa a seguir poniendo en práctica estas iniciativas solidarias”.
Es que esta institución, en colaboración con Rotary Club Mendoza Sol, la Fundación Rotaria y Fundación Saldívar, está llevando a cabo la campaña solidaria llamada “Por una mejor visión futura”. Lo que se hace es solventar la intervención quirúrgica oftalmológica a personas de escasos recursos. Hay un cupo de 600 operaciones. Una vez que las personas presentan la documentación exigida para obtener el beneficio, tienen que viajar a Mendoza donde se confirma médicamente la necesidad de la operación. La cobertura que se da es de las consultas médicas pre y post operatorias en la clínica, honorario de los profesionales y gastos de la cirugía, lentes intraoculares y todo lo necesario para su colocación. Lo que no se cubre es el traslado, alojamiento ni exámenes prequirúrgicos.