Hasta ayer, el castigo más severo en la provincia aplicado a un delincuente era el de 36 años que le dieron los jueces de la Sala I de la Cámara Penal al remisero Sergio Rolando Núñez Sánchez (34) el 15 de octubre de 2010. Fue por un gravísimo ataque perpetrado en la madrugada del 9 de enero de 2007 contra una joven empleada de una céntrica discoteca, que tomó su servicio de remís trucho para ir a su casa y terminó envuelta en la peor pesadilla de su vida en el dique de Ullum. Allí, precisamente en Playa Hermosa, fue atacada a golpes, violada tres veces y sometida a una violenta simulación de ahogarla en el agua. Lo peor fue cuando se iban. Allí el sujeto desvió su camino hacia el río Seco, la obligó a ver en el espejo del auto la desfiguración de su rostro. Y lo peor, le dio tres puntazos en el abdomen y otros tres en el cuello para matarla, pero como vio que se movía, tomó una piedra y la golpeó duramente en la cabeza.
Pero hubo un milagro y la joven no murió. Es más, ninguna herida había afectado órganos vitales y en el hospital pudo describir con precisión a su atacante, que ese mismo día fue detenido con pruebas claves en su contra.
