La luz que entra por el vidrio que hace de fondo de la capilla de María Auxiliadora da toda la sensación de que el interior de la pequeña maqueta, perfectamente reproducida a escala, estuviera iluminado con luz propia. Su creador, Oscar Alberto Robles, la sostiene frente a la ventana y explica que ese fue el primer modelo que construyó cuando, después de un grave accidente de tránsito que casi le cuesta la vida, se puso a fabricar esa capilla con MDF, vidrio y otros materiales, para cumplir la promesa de llevarla hasta el cerro Pie de Palo, cerca de donde se encuentra el santuario de Ceferino Namuncurá. ‘Caminamos casi dos horas por el borde del cerro con los chicos del grupo de montaña de la Escuela Industrial, porque ellos me acompañaron a llevar la capillita. Y ahí la dejamos, para que los que volvieran, tuvieran un punto de referencia donde llegar‘, contó Robles.
Después de esa primera réplica, vinieron otras. Como una de las cosas que más le gustan a Oscar es el montañismo y el campo empezó a construir maquetas de capillitas de campo. Así llegaron la de Las Tierritas, en Albardón, y la histórica de Achango, en Iglesia, entre otras. Para darle más realismo, adoptó una técnica bastante poco común: fotografió el interior de cada una, lo redujo y lo pegó dentro de la maqueta hecha a escala. ‘Así, cuando uno mira dentro de cada maqueta, es como si estuviera viendo la capilla por dentro‘, muestra Robles.
Cada detalle fue cuidado al máximo. A medida que las construía empezó a aparecer gente que quería tenerlas. ‘De algunas he hecho hasta 3 y 4 reproducciones, para regalarlas. Cuando yo estuve enfermo pude ver lo que significa tener amigos. Muchos hicieron cadenas de oraciones por mi salud y por eso, soy un agradecido de la vida‘, dice.
Lo que empezó como una forma de agradecimiento y de cumplir una promesa, fue convirtiéndose en un pasatiempo hecho artesanía. ‘Lo principal es mirar bien, para que no se escape nada. Yo saco fotos, para no olvidarme de poner nada. Y después, tener mucha paciencia, elegir los materiales exactos para que cada capilla quede exactamente igual a la original. Que sea una artesanía en todo el sentido de la palabra, para alguien que la sepa y la quiera apreciar‘, dice el artesano de las capillas de campo.

