Muchos circulan por el lugar a diario y no saben que está ahí, a la vista de todos y en un cruce muy transitado. A veces lo confunden con un político o con alguna personalidad reconocida del lugar. Lo cierto es que la imagen que se encumbra sobre el monolito de Avenida Rioja y Abraham Tapia, en Trinidad, es la de Ceferino Namuncurá, el beato de los estudiantes.

Hasta el lugar todos los días llegan jóvenes apremiados a pedir por sus estudios. Antes algunos se animaban a dejar los cuadernos y libros en la gruta, pero ya no está. Es por eso que el Elenco Teatral Católico que lleva el mismo nombre que el beato aborigen argentino está gestionando la construcción de una capilla en el departamento Chimbas.

El busto de Ceferino Namuncurá, que llegó en 2007 a San Juan luego de que Néstor Romarión Peralta asistiera a la beatificación en Río Negro, se erige sobre un monolito totalmente pintado de blanco. En el lugar antes había una gruta, pero las raíces de un árbol que todavía da sombra sobre los bancos de cemento que hay en el paseo, amenazaron con tirarla y sólo quedó la base. Esa imagen de Ceferino fue donada y hoy tiene una gruta en el barrio Andacollo VII para ser venerada.

Si bien es cierto que Ceferino Namuncurá, uno de los cinco beatos nombrados en la Argentina, no tiene un lugar como cualquier otra representación religiosa, son muchos los fieles sanjuaninos que día a día le profesan su fe en el bulevar de Trinidad. Una clara muestra de eso son los rosarios y pedidos que dejan por su canonización a los pies del monolito.

"Si todo sigue bien encaminado vamos a lograr lo que tanto queremos. Ceferino fue un ejemplo de joven y tenemos la necesidad de construir una capilla en su honor. Son muchas las personas que continuamente nos están ayudando a seguir con este obra", dijo Romarión, representante del Elenco Teatral Católico Ceferino Namuncurá.