Es uno de los códigos más emblemáticos de la milonga. Para sacar a bailar, el hombre elige a su compañera, y desde cierta distancia la mira. Si ella quiere bailar, hará contacto visual y el tanguero moverá la cabeza invitando a la mujer a bailar, a lo que ella deberá responder asintiendo con la cabeza. Recién entonces el hombre se acerca a la mesa para sacarla a bailar.