San Juan 23 de febrero.- Los más de 38 grados que se registraron a las 17, no fueron el suficiente impedimento como para frenar el mar de autos que comenzó a circular por Avenida Ignacio de la Rosa hacia el oeste, única vía destinada para que los espectadores puedan llegar al Eduardo Copello, escenario del cierre de la Fiesta Nacional del Sol.
Familias completas, con su sillas y conservadoras, fieles compañeras en una tarde de calor y para poder amenizar la espera, fue el común denominador durante toda la tarde.
No hubo inconveniente alguno, al menos que se haya conocido, salvo que en algunos momentos y por la aparición de los infaltables “vivos”, se produjeron embotellamientos, los que frenaron el tránsito, pero solo minutos.