En lo que a los zapatos se refiere hay muchos diseños que a pesar de ser favorecedores no resultan apropiados para usarse por muchas horas. Los tacos altos deben usarse con moderación, ya que producen un declive exagerado, y el peso del cuerpo, que debería estar repartido en toda la superficie del pie, se apoya casi por completo en la punta. Con el uso prolongado (8 horas diarias) puede vencerse el arco anterior, lo que puede provocar dolor intensos en algunas ocasiones. Si el talón se eleva los músculos de la pantorrilla se acortan, y si este acortamiento es considerable aparecen los dolores.
 
A su vez un mal apoyo puede perjudicar la circulación de las piernas. La sangre llega a los pies gracias al bombeo del corazón, pero el retorno es más complicado porque se hace contra la gravedad. El pie tiene una plantilla venosa que al recibir el impacto contra el piso aprovecha el impulso y genera el primer retorno. Luego el músculo de la pantorrilla se contrae al caminar y genera un segundo retorno. Si se altera el punto de apoyo del pie se dificulta este retorno, porque la superficie que se pisa es muy pequeña, y además si el pie está muy elevado casi no hay contracción de la pantorrilla.