Ser caballero de combate medieval, no es tarea sencilla. Requiere tiempo de investigación, lectura, entrenamiento físico, aprendizaje de técnicas y conocimientos en talabartería, metalurgia, diseño y sastrería. Para afrontar duros combates, cada caballero debe soportar entre 20 y 30 kg de peso de las armaduras. El estado físico es clave. Todos los elementos -desde el yelmo, la pechera metálica y guanteletes, escudo, espada y hacha, deben fabricarse artesanalmente bajo estrictas reglas que deben ser una recreación exacta de la época. La pechera y el casco son de hierro forjado. Coderas, hombreras, guantes y protectores de brazos y piernas están hechos de acero. Debajo de la armadura, para amortiguar los golpes, llevan puestas protecciones de cuero, tela y estopa. El gambesón es una de las prendas más importantes y necesarias ya que garantiza que el cuerpo del guerrero no salga lastimado y es una prenda individual. Las espadas son de metal, sin filo y con puntas redondas, deben ser de acero inoxidable, con un espesor de no más de 1.6 milímetros. Las armas y armaduras ya ensambladas tienen precios estimados. El wisby (con extremidades incluidas) puede costar $2700, el greathelm desde $1092, guanteletes wisby a $1515, hachas o alabardas $388, un bracamante a $656 y una espada a $849 en adelante. Las herramientas necesarias son: bastidores para anillos de malla y artesanías, buscadores de centros y canales (Especial para espadas), tenazas de fragua, yunques de hasta 20kg, martillos de armoreo, punzones, estacas, llaves de torsión y morsas.