A finales del año pasado, la vereda del Correo Argentino, ubicado en el lado Sur de Central entre Rioja y Tucumán, era casi intransitable para los peatones. Las motos tienen permitido estacionar del lado del cordón, pero los motociclistas las dejaban entre los pilares del edificio, en el medio de la vereda; tapaban la entrada del edificio e impedían la buena circulación de la gente. Los inspectores de la Municipalidad de la Capital salieron a controlar y a hacer multas en el lugar después de que este diario publicara una nota al respecto. Ahora, esa cuadra está liberada. Pero el caos se trasladó a la vereda de enfrente. Allí, no sólo se puede ver filas de motos que ocupan un tercio de la vereda durante todo el día, sino que, además, los motociclistas circulan sobre los vehículos en marcha tratando de encontrar un lugar para estacionar.

Durante la mañana, alrededor de las 11, en la cuadra de Central, entre Rioja y Tucumán, alrededor de 50 motos ocupan un tercio de la vereda Norte. La mayoría se ubica en forma perpendicular a la calle, a la orilla del cordón. Y hay un movimiento constante de conductores que entran y salen de la vereda con sus vehículos. Por lo que los peatones se ven obligados a caminar pegados a los edificios o en zig zag para esquivar las motos, tal como sucedía antes en la cuadra de enfrente. Otra complicación es que las motos estacionan pegadas a los tachos de basura, por lo que la gente no se puede acercar a ellos para tirar los residuos.

Además, por la tarde noche, comienza el trabajo de los cartoneros en el lugar. Los dueños de los comercios de la peatonal dejan las cajas en la esquina de Central y Tucumán, sobre la vereda. Y en ese momento, el amontonamiento de las motos y la gente que recolecta los cartones se unen y hacen prácticamente imposible el paso de las personas que caminan por el lugar.

Pero el problema no es sólo el espacio que ocupan las motos estacionadas, sino que, además, muchos motociclistas circulan con el vehículo en marcha mientras buscan estacionar. En un lapso de 5 minutos, se pudo ver que 5 conductores con sus motos se movieron en la vereda. De ellos, sólo 1 paró el vehículo en la calle y subió con la moto al costado. Los otros 4 circularon al menos media cuadra con la moto en marcha y sobre ella. Por eso, muchos peatones tuvieron que correrse a un costado para evitar que los pisaran.

Uno de los vecinos de la cuadra, que tiene su casa y su estudio allí, comentó que +vamos a escribir una nota dirigida al Intendente para pedirle que controle. No sólo es molesto el ruido y la falta de espacio para caminar, sino que muchos andan por la vereda con la moto en marcha y es un peligro para las personas que caminan+.

Mientras tanto, después de la nota publicada por DIARIO DE CUYO en diciembre pasado, la vereda del correo está en completo orden. El sector que está entre medio de las columnas que sostienen el techo de la vereda del correo, donde está prohibido estacionar y antes se podía contar hasta 80 motos, está vacío. Mientras que, en la zona cercana al cordón, donde está permitido el estacionamiento, se puede ver unas 20 motos. El resto se distribuyó por otras cuadras, principalmente la de enfrente.