Desde aquel 1 de octubre en que se quedó con 16 votos de los 25 emitidos por el jurado rivadaviense y se calzó la corona de candidata a Reina, María Emilia Colombo no paró de ofrecer sonrisas. Se mostró auténtica y supo poner en juego sus conocimientos del mundo del modelaje y el teatro con total naturalidad. Habló con la gente, se agachó para saludar a los niños y se las ingenió para posar de todas las maneras posibles ante la prensa. Así, sin más armas que su carisma, la rubia de ojos celestes cumplió su objetivo: alzó el cetro de Reina del Sol 2013, anoche.
Contaba sólo 10 años cuando, tras un casting, participó en una obra teatral del programa Cantaniño. Modeló para revistas durante toda su adolescencia. Fue protagonista de los calendarios de DIARIO DE CUYO. Traspasó la pantalla nacional en el certamen “La argentina más linda”. Se destacó en Miss Mundo Argentina al ganar la instancia de talentos. Y, como si todo eso fuera poco, se dedicó a estudiar Comedia Musical. Con esos antecedentes sobre la espalda, comenzó el recorrido hacia el reinado y pudo demostrar su sobrada experiencia.
Para María Emilia enfrentarse a la gente o pararse ante las cámaras fue pan comido. Aprovechó la instancia del festejo conocido como Noche Soberana para ganarse al jurado hablando de modo delicado y mostrando su inteligencia. Y durante la salida con sus compañeras por la peatonal y en medio de los stands de la Feria logró quedar marcada en la memoria de la gente al separarse del resto de las chicas para hablar con quienes querían saludarla. Con esas maniobras se aseguró el éxito y hoy es la soberana de la provincia.