Daniela Flores es mamá de Martina y, vestida con capa y corona, se subió a un carrito de los que suelen ser remolcados por una bicicleta, para actuar de reina saludando a la gente. El carrito, adornado con papel maché y bolitas de papel simulando naranjas (por el color de la salita) fue uno de los carruajes del desfile. Con mucha imaginación y ganas de divertirse, los papás, las maestras, los vecinos y especialmente los niños del jardín de infantes de la ENI número 11 del barrio Capitán Lazo, Rawson, protagonizaron ayer un mini carrusel por las calles que rodean al colegio, en una verdadera fiesta a la que no le faltaron murgas, batucadas y nieve en aerosol.

Todo nació tras la idea de hacer algo divertido para cerrar el proceso de integración de los chicos. Al principio pensaron en hacer una juntada con niños disfrazados. Pero a medida que conversaban, las maestras y las madres se empezaron a entusiasmar con una idea más grande. "Como a los chicos les había gustado la Fiesta del Sol, empezamos a pensar en un carrusel. Unos padres ofrecieron unas camionetas para usarlos como carruajes, otros ya pensaron en comprar telas. Armamos trajes de murgueros para cada salita y cuando quisimos acordar, teníamos todo listo y a lo grande. La verdad, todos quedamos sorprendidos por tan linda fiesta que se armó", contó Mónica Castillo, una de las maestras del jardín de infantes.

Cada murga tenía trajes con los colores de la salita que representaban los niños, mientras que los tarros de dulce de leche fueron tambores. Las camionetas se vistieron con telas de colores y hubo una que hasta transportó un gran cisne hecho de papel. Madres como reinas y niñas como princesas desfilaron por dos de las calles que rodean a la escuela, cortadas al tránsito por la policía. Y aunque hubo tanto trabajo para tan pocos minutos de exposición, todos ayer se fueron con una gran sonrisa del carrusel de los bajitos del Capitán Lazo.