Los vecinos del Lote Hogar 38, de Chimbas, no podían controlar su asombro. Todos hablaban de lo mismo: el duende que tenía un vecino, adentro de una jaula, en su casa. Lo describían igual y hasta aseguraban que algunos pagaron entre 5 y 50 pesos para verlo.

Sucedió en agosto de 2009. Supuestamente, el duende estuvo allí más de una semana. Decían que medía entre 30 y 35 centímetros de alto, que era verde, que tenía orejas puntiagudas, que caminaba de costado, gruñía y pegaba alaridos por las noches. Inclusive había fotos de él que circulaban de celular en celular. Quien lo tenía es Ariel Fernández, un joven de 31 años que decía haber atrapado a la criatura en el cementerio de Pocito. Y aseguró que lo había liberado por temor, ya que el duende parecía estar triste o muy enojado. Además, no sabía qué darle de comer o beber.

Una veintena de vecinos dijo haberlo visto y lo describió de la misma manera. Después de haber sido publicado por DIARIO DE CUYO, el caso tuvo gran repercusión en la provincia y en otros sectores del país.