"No sólo los jubilados y pensionados participan en las actividades organizadas por un centro. También lo hace cualquier persona mayor que no cuenta ni siquiera con una obra social, por eso nos propusimos dar la oportunidad de tener atención médica básica gratuita", de esta manera Oscar Ruarte comenzó a contar de qué modo, Renacer de María, el centro de jubilados que preside, se convirtió en una salita hasta para gente que no pertenece a la institución y que cuenta con la atención de un médico clínico, un ginecólogo, un psicólogo y un podólogo.
Ruarte también contó que este consultorio comenzó a funcionar con el apoyo del PAMI que, una vez que recibió la propuesta de parte de la Comisión Directiva, decidió derivar algunos médicos para que prestaran servicio en este centro. En primera instancia comenzaron a a tender a los jubilados afiliados a esta obra social, pero luego la atención se hizo extensiva a socios del centro que no son jubilados y que no tienen cobertura social. Después se sumaron los vecinos mayores de 55 años que no están asociados al centro Renacer de María.
"Esto ocurrió luego de ver que mucha gente mayor sin obra social ni plata para pagar la consulta venía a averiguar si podía ser atendida. Los médicos, que tienen un corazón bárbaro, decidieron hacerlo sin cobrar nada a cambio. Incluso hay veces que, en caso de urgencia, se encargan de llevar en su propio auto a los pacientes hasta el hospital. Ahora vienen hasta socios de otros centros de jubilados a atenderse en nuestro consultorio", contó Ruarte.
El Centro de Jubilados Renacer de María aún no cuenta con cede propia. Es por eso que dos de las tres habitaciones que usa en comodato (pertenecen a un pequeños centro comercial del IPV), las destinó a la atención médica. Es que, con el tiempo, las consultas diarias (de lunes a jueves) llegaron a 40, en promedio, y la Comisión Directiva se vio en la necesidad de habilitar una sala de espera. Además tuvieron que comprar una silla de ruedas para trasladar a los pacientes con dificultad para caminar.
Gracias a la contribución de los socios, el centro está construyendo un salón donde los abuelos, aún los que no pertenecen a esta institución, puedan tomar clases de gimnasia para mejorar su calidad de vida.

