Ante el recorte en la cuota de exportación de tierras raras por parte de China, países desarrollados iniciaron estrategias a fin de aliviar la suspensión del país asiático. Japón, uno de los países afectados por la medida y través de la fábrica Toyota, comenzó el desarrollo de motores que reducen la dependencia de metales raros y el año pasado adquirió una mina en Vietnam a fin de asegurarse el suministro.
