El Hogar Aurora abrió sus puertas el 8 de marzo de este año. Por este lugar ya pasaron 77 mujeres golpeadas. La casa, cuya dirección no se hace pública para preservar la seguridad de las internas, tiene capacidad para alojar a unas 17 personas. Las mujeres que llegan hasta allí lo hacen en situaciones límite y la mayoría va con sus hijos. Luego de un tratamiento integral de 15 días, vuelven a insertarse en la sociedad, pero siguen asistidas por profesionales de la Dirección de la Mujer. “Por lo general, las mujeres que llegan hasta el hogar, vienen despojadas de todo. No tienen ropa, ni documentos, ni dinero. Nosotros tenemos que hacer todo lo posible para volver a reinsertarlas”, dice María Angélica Cámpora, al frente de la Dirección de la Mujer. Aunque no están presas, en el refugio no hay teléfono ni tampoco pueden recibir visitas. Esta medida, además de la privacidad extrema, es para evitar que sigan siendo violentadas. Las víctimas de violencia doméstica pueden buscar ayuda llamando al 102.