Todavía ni siquiera habían arrancado con el test de frecuencia cardíaca organizado y fiscalizado por los profes Mercado y Clavel en la práctica de ayer. Es más, mientras unos calentaban en la cancha, otros conversaban en la orilla de esta. Y entre los primeros, Mariano Velázquez buscó quitarle la bocha a Lucas Ordoñez; éste intentó evitarlo y le dio con la punta de su stick de lleno en el rostro a Velázquez. De inmediato brotó la sangre en el defensor (foto). Todos se preocuparon y volaron con el Mono a un sanatorio. Después, ya de vuelta y con un apósito en su nariz, el jugador contó: “Nunca me dolió mucho. Me hicieron cinco puntos. Tengo una pequeña fisura, me dijo Duilio (Gómez, el médico). No pasa nada. Hoy no seguiré trabajando, veremos mañana”.
