Incertidumbre y preocupación son los sentimientos que giran en torno a la familia de Oriana Rodríguez Torres, la pequeña de 7 meses, que está en coma inducido desde hace días para que los expertos de la salud puedan detectar qué es lo que padece.

Familiares de la beba iniciaron una cadena de oración en las redes sociales porque el nivel de duda es altísimo y los especialistas no encuentran explicación a su estado delicado de salud.

En diálogo con DIARIO DE CUYO, su tía contó que el lunes 25 estaba bien y al día siguiente sus padres fueron a la guardia del Cimyn porque Oriana tenía un ojito y parte del labio caídos. Tras ser atendida en dicha clínica capitalina, la derivaron al Hospital Rawson para realizarle estudios de alta complejidad y desde ese momento quedó internada.

El martes 26 en la noche la indujeron a un coma farmacológico debido a que su sistema nervioso y sus músculos no respondían. "Le han hecho varios estudios, una resonancia y todos tienen una demora de 48 a 72 horas. Por ahora no hay algo anormal. Sólo falta el examen de botulismo", resaltó un familiar, quien especificó que permanece asistida con un respirador y morfina.

El tiempo es necesario para que estén los resultados de los análisis que le han practicado a Oriana pero es justamente el paso de las horas que llena de angustia a su entorno que aguarda una luz de esperanza para que mejore su salud o hallen la afección y pueda ser tratada.