Con botas. Los más pequeños son los que recibieron las botas para cruzar el río. Hay muchas veces que les son útiles, pero en otras ocasiones se mojan por el nivel del agua.

Cuando las nubes parecen rozar el cuerpo y los rayos del sol solamente se dejan ver a lo lejos, los chicos de Pedernal caminan hasta 15 cuadras para llegar a la escuela del pueblo sarmientino. El frío que soportan no es lo peor. A veces llegan a clase mojados o deben volver a sus casas porque no pueden seguir avanzando en el camino. Es que el río que divide a dos el poblado y que debe ser atravesado por unos 40 alumnos todos los días, suele llevar mucha agua. Hay ocasiones en que los niños se mojan hasta las rodillas. Esto, a pesar de que algunos van preparados con botas para el agua que fueron donadas a la escuela por algunos diferimientos privados que hay en la zona. "Las botas son útiles, pero hay veces que son insuficientes. El agua les llega a las rodillas, algunos días", dijo Jorge Torres, que manda a 3 hijos a la única escuela que hay en la zona.

Pedernal está ubicado a unos 100 kilómetros de la ciudad de San Juan. En este distrito sarmientino viven aproximadamente 600 personas y esa población aumenta un 30 por ciento los fines de semana, porque se trata de un lugar que creció con la construcción de cabañas y viviendas que se alquilan a turistas. Si bien el río pasa durante todo el año, hay momentos en que el pueblo sólo está dividido por hilos de agua y otros, en los que el agua sube notablemente y hace que atravesarlo se vuelva riesgoso. Es por esto, que los 365 días del año la gente de Pedernal debe atravesar ese cauce de agua para llegar al otro lado del pueblo, donde no sólo está la escuela, sino también la iglesia, el centro de salud y la mayoría de los almacenes. "Cruzarlo en verano no es gran problema, porque casi de inmediato estamos secos, pero cuando hace frío es casi imposible", dijo Deolinda Castro, otra vecina. Es que el solo hecho de acercarse al río, a primera hora de la mañana, hace que el frío se perciba con sólo mirarlo. De hecho, del agua sale vapor por la baja temperatura, mientras que el viento parece calar los huesos. En estas condiciones, y muchas veces hasta llevando las zapatillas en las manos para llegar con los pies sin mojar, los alumnos atraviesan ese cause de agua. Incluso, dijeron que en ocasiones cruzan el río mientras nieva.

"Hay días que nos mojamos hasta las rodillas", "hay semanas que no podemos ir a la escuela, porque no podemos llegar", "los maestros nos pasan las pruebas a otras fechas cuando hay faltas porque saben que no vamos por el río", fueron algunas de las anécdotas que contaron los niños y jóvenes que día a día aplican diferentes estrategias para llegar secos a la escuela.

Comentaron que hay veces que dejan la calle de tierra que los lleva a la escuela y se meten por el lecho del río buscando las partes secas de ese terreno. "Llegamos a la otra orilla saltando por piedras o pedazos de tierra seca. Luego tomamos otra vez el camino", dijo uno de los chicos, mientras que sus compañeros dijeron que en otras ocasiones esperan que pase algún vehículo para poder llegar hasta el otro lado. "Hay días que nos venimos antes de las 8 de la mañana -ingresan a las 8,30- para esperar que alguien pase y no llegar tarde a la escuela", dijo Jonatan Atencio, otro de los alumnos.

Los jóvenes, a los saltos

Atravesar el río suele ser una dura tarea para los chicos. Sobre todo para los más pequeños. Los jóvenes, que son los que no tienen botas, suelen atravesarlo a los saltos por los montículos de tierra o las piedras que hay en las orillas.

El puente, una promesa

Con ayuda de los más grandes. Los niños de primaria o jardín suelen ser ayudados por los alumnos de secundaria para que crucen el río sin grandes sobresaltos.

Desde hace años, la construcción de un puente que haga que el río no divida más al pueblo de Pedernal es un anhelo. A lo largo de los años hubo varias promesas, pero esa obra nunca se concretó y el problema persiste. La última promesa fue en 2016, cuando dijeron que harían un puente colgante peatonal. Eso tampoco prosperó. Ahora, desde la Municipalidad de Sarmiento informaron que están realizando un proyecto para que la calle interna de Pedernal pase a manos de Vialidad Provincial, para que desde esta entidad se pueda solucionar ese problema, ya que la construcción de un puente sería muy costoso para el municipio. Desde Vialidad confirmaron esa versión.

Hace 6 años, con fondos nacionales, Sarmiento encaró la construcción de defensas para el río. Eso frenó mucho la bajada de agua, pero el problema no se subsanó del todo. Ahí, prometieron hacer un puente para unir el pueblo, pero nunca se hizo. Posteriormente hubo promesas similares. Sobre el puente colgante el intendente de Sarmiento, Mario Martín, comentó que nunca se realizó por falta de fondos municipales y señaló que ahora trabajan en un proyecto para que la calle deje de pertenecer a la Municipalidad y quede en la órbita de la Provincia. Al respecto, Juan Manuel Magariños, el director de Vialidad, dijo: "Proyectamos hacer un puente. Ellos donarían la calle a la Provincia y recién ahí se sabría plazos y costos para hacer esa obra".