“Soy portador de VIH”, dijo Raúl con voz firme y sin que le tiemble el pulso. Pero esa seguridad se desvaneció cuando relató el momento en que se enteró que tenía el virus. “Cuando nació mi sexta hija, los médicos dijeron que tenía VIH y que se había contagiado en el parto. Entonces, mi esposa y yo nos hicimos los análisis y nos enteramos que también teníamos el virus”, dijo el hombre de 38 años. Esta fue la noticia que les cambió la vida por completo, hace 8 meses. A este drama se sumó que hace unos días, le robaron las herramientas que utilizaba en su lavadero y ahora no tiene con qué mantener a su familia.

Para la pareja, el temor más grande es cómo serán tratados por sus familiares y amigos una vez que se enteren de la situación. Es por eso que desde el nacimiento de la beba, que es cuando se enteraron del cuadro médico, guardaron el secreto. “Hace unos días les conté a mis papás sobre mi enfermedad. No me animé antes porque no estaba preparado para afrontar esta situación. Estuve todo este tiempo juntando coraje para poder hacerlo y recién ahora me animé a decírselos. Es que con mi hijita internada, y ahora mi mujer en el hospital, no estaba preparado para afrontar otro problema”, dijo.

El hombre contó que él y su esposa nunca se hicieron el test del VIH. Ni siquiera aún durante el embarazo y por eso se siente culpable. Además, dijo que sus otros 5 hijos no tienen el virus ya que toda la familia se hizo el examen luego de enterarse de la situación. Si bien no saben a ciencia cierta cómo se contagiaron del virus, Raúl dijo que la principal sospecha es que lo obtuvieron por transmisión sexual. Además, contó que fue en los últimos 6 años, luego de que naciera su quinta hija.

Hasta el momento, el hombre, que no quiere revelar su apellido por miedo a que discriminen a sus chicos más grandes, dijo que todavía no cae en la realidad. Pero que vivió momentos complicados. “Noté en este tiempo que llevamos en el Rawson, que la habitación en la que está mi hija se demoran menos en limpiarla que a las otras. Además, entran a la pieza con más protección que en el resto de las habitaciones. Imagino que es por protección”, dijo. Mientras tanto, la beba está internada en un sector especial del hospital. Por su lado, su mamá fue internada hace 2 semanas porque sufrió una descompensación tras un cuadro de estrés.

Como si faltara un condimento más al drama familiar, el sábado pasado le robaron todas las herramientas que el utilizaba en su trabajo. “Tengo un lavadero en Santa Lucía y la semana pasada, mientras estaba en el hospital con mi mujer y mi hija, me llamó mi hermano y me contó que robaron todo lo que usaba”. La desesperación luego del robo, llevó a Raúl a contar su historia porque, según dijo, no tiene plata para solventar los gastos diarios. El hombre no quiere que le regalen nada. Esto lo repite una y otra vez. Sólo busca una ayuda para poder continuar con el lavadero y de este modo poder hacerle frente a la mantención de su familia.