A esta altura ya no saben qué es lo más preocupante. Si la posibilidad de contagiarse de coronavirus, seguir lejos de sus familias o quedarse sin comida. Este es el combo de preocupaciones que afecta al menos a unos 70 estudiantes sanjuaninos que por la cuarentena quedaron varados en la provincia de La Rioja, donde cursan diferentes carreras universitarias. Ahora piden ayuda para poder regresar a la provincia.

Guadalupe Bustos y Brisa Naranjo son compañeras de desventuras. Ambas cursan la carrera de Medicina, en La Rioja, y desde febrero están allá, sin posibilidades de regresar a San Juan y sobreviviendo con escasos recursos. El dinero que les envían sus padres apenas les alcanza para pagar los 18.000 pesos mensuales del alquiler del departamento que comparten. Esto las obligó a economizar hasta en lo más mínimo.

’Hubo un tiempo en que nuestros padres no pudieron mandarnos dinero y tuvimos que ajustarnos los cinturones. Pasamos una semana completa comiendo fideos blancos, y la siguiente sólo tomamos mate. Es muy duro lo que estamos pasado, sobre todo porque no vemos una posibilidad de mejora’, dijo Guadalupe.

Por su parte, Brisa dijo que a ella se le suma una preocupación más. Es la difícil situación económica por la que está atravesando su familia. Contó que su madre es empleada doméstica y su padre albañil y que ambos se quedaron sin trabajo por la cuarentena. Agregó que por este motivo se les complica mandarle dinero. ’Me pasan 1.500 pesos por semana porque no pueden mandarme más. Sé que están haciendo lo que pueden y a mí me duele mucho significar un gasto más para ellos y no tener la posibilidad de ayudarlos más que cuidando cada centavo. Para comer sólo compro algo de carne, arroz y fideos. No gasto ni en fruta. De vez en cuando como un chupetín de postre’, dijo la joven.

Guadalupe Bustos, sanjuanin, estuidiante de Medicina

Jésica (no quiso dar su apellido), es otra de las estudiantes sanjuaninas varadas en La Rioja y que pasa por la misma situación angustiante que el resto. Pero la padece aún más porque perdió su independencia económica y pasó a depender de sus padres. ’Acá en La Rioja trabajaba en un salón de estética y con lo que ganaba me alcanzaba para pagar el alquiler y sobrevivir. Pero por la cuarentena me quedé sin trabajo. Ahora sobrevivo con la plata que me pueden mandar mis padres y eso me hace sentir mal porque tendría que ser yo quien los estuviera ayudando. Por eso busco ahorrar al máximo. Por ejemplo, aprendí a amasar pan, que sale más barato hacerlo que comprarlo y al menos me aseguro de que no me falte este alimento’, dijo la joven. La estudiante agregó que ni siquiera tienen la posibilidad de que sus familias le manden mercadería a La Rioja, ya que el paso está prohibido.

Leonella Ferreira es una de las estudiantes sanjuaninas que pudieron volver de La Rioja el día anterior a que se decretara el aislamiento social obligatorio. Pero, pese a la distancia, sigue en contacto con sus compañeros y demás sanjuaninos que siguen varados en esa provincia. Dijo que trata de gestionar algún tipo de ayuda para que los chicos puedan regresar. 

’No sólo la están pasando mal porque les cuesta subsistir, sino también porque están muy lejos de sus familias, a las que no pueden ver, ni siquiera hablar en ciertas ocasiones. Hay chicos a los que les cortaron el teléfono por falta de pago y que hasta se quedaron incomunicados. Por eso es que hemos formado un grupo de whatsapp que se llama ’Volvamos a San Juan’ para estar en contacto y gestionar ayuda’, dijo la estudiante.

Brisa Naranjo, sanjuanina, estudiante de Medicina

Agregó que por este medio se logró que la Agrupación Estudiantil Carpa Blanca le pidiera a la Universidad Nacional de La Rioja que ayude con una vianda de comida a los estudiantes sanjuaninos y a los de otras provincias que también están varados, medida que aún no se concreta. 

’Toda ayuda es bien recibida. Pero lo que más quieren los chicos es volver a San Juan y eso tampoco les será fácil. Primero tienen que conseguir que el Gobierno riojano les dé la autorización para viajar, luego contratar movilidades para que los traslade hasta Chepes. Y contratar movilidades sanjuaninas para que los trasladen desde ese lugar a San Juan. Es tanta la desesperación de los chicos por volver que dicen que tienen esperanza de conseguir todo esto, pero que no podrán hacer frente a los gastos cuando lleguen a la provincia’, dijo Leonella.

La joven apuntó que cuando los estudiantes sanjuaninos lleguen a la provincia deberán cumplir los 14 días de cuarentena obligatoria en uno de los hoteles designados por el Gobierno para este fin. Tendrán que pagar entre 2.000 y 3.000 pesos diarios por el alojamiento. Es decir, entre 28.000 y 52.000 pesos en total cada uno de ellos.
“Vamos a pedir que les den una rebaja en las tarifas o que les permitan pagar el alojamiento en cuotas”, anticipó Leonella, y agregó que si alguien está interesado en ayudar, puede comunicarse al 3804284025.