Hace 10 días comenzaron a vivir una pesadilla. Las llamas, que aún no saben por qué comenzaron, devoraron parte de la vivienda que está ubicada en Villa San Damián, Rawson. Y con ellas se fue parte de la vida de la familia Riveros. Desde esa tarde, Nancy, sus tres hijos y dos nietitos de 4 y 2 años viven amontonados en la única habitación que quedó con algo de techo. Es que las cañas que cubrían el resto de la casa quedaron reducidas a un montón de escombros que aún se ven en la puerta de la vivienda.
El olor a quemado que hay en la casa es la señal más clara de lo que pasó el domingo 11 de noviembre. Los rostros de desolación de los integrantes de la familia indican el drama que significa hacer frente a esta situación. Es que perdieron además de gran parte de la casa, ropa, muebles, electrodomésticos, sábanas y muchas cosas más. Es por esto que pidieron ayuda donde pudieron. Sin embargo aún siguen sin techo, durmiendo y comiendo en el mismo ambiente que tampoco tiene puertas. A esto se suma que temen que el resto de la casa pueda derrumbarse.
‘En las noches es un problema. Dormimos con un ojo abierto y el otro cerrado. Tenemos miedo de que entren a robar lo poco que nos queda. Además tememos por los vientos o las lluvias que vienen amenazando desde hace unos días’, dijo Nancy, que trabaja de empleada doméstica.
Según Nancy, la casa ya fue inspeccionada pero deben esperar a que les den una solución con respecto al techo. En tanto desde la Municipalidad de Rawson, Cecilia Díaz, de Acción Social, dijo que ‘una vez que esté demolida la parte del techo quemado les vamos a dar nailon y palos. Pero ya les dimos ropa, mercadería y colchones para cada uno de los integrantes’.
Otras de las ayudas que recibieron fueron dos camas que les prestaron unos familiares, una cucheta que les regalaron desde una mueblería y otra cucheta que entregó el personal de Emergencia Social.
