Todo se desarrollaba de modo normal, el pasado 21 de febrero, antes de las 21.30, en el autódromo. Allí, 390 bailarines, cantantes y actores realizaban uno de los últimos ensayos antes del espectáculo de cierre de la Fiesta del Sol 2011.

Pero la presentación terminó en tragedia. Al final de la prueba cedió una compuerta de madera del piso, que se levantaba para que saliera una réplica de la higuera de la Casa de Sarmiento elevada con brazo hidráulico.

Los 21 bailarines que estaban sobre ella cayeron al pozo de más de 6 metros de profundidad. La calma se transformó en caos. Hubo susto, lágrimas, angustia y desesperación. Personal de Bomberos trabajó para sacar a las víctimas, a la vez que personal sanitario atendió a los lesionados.

En ese momento se habló de una falla humana y se apuntó a las personas que estaban a cargo de la construcción del escenario. Sin embargo, con el paso del tiempo las aguas se calmaron y nunca se dio a conocer quiénes fueron los responsables.

Tras el accidente, la mayor parte de los lesionados fue dada de alta. Pero hubo bailarines que tuvieron que someterse a operaciones y tratamientos. Según explicó en mayo pasado el ministro de Turismo, Dante Elizondo, el dinero necesario para esas intervenciones era aportado por el Gobierno.

En esa oportunidad, el funcionario admitió que hubo unos 10 días de retraso en la llegada de las partidas para una operación y algunos tratamientos de rehabilitación, pero dijo que el problema se solucionaría.