Con un retraso muy importante y tras interminables 50 horas de viaje, la selección de Francia llegó ayer a San Juan tras su incursión por Corea. Esta situación motivó que el entrenamiento previsto para ayer fuera suspendido.

Francia viene de lograr puntaje ideal ante los asiáticos (ganó 3-0 y 3-1), por lo que revirtió su doble caída en el fin de semana anterior ante Serbia y superó a Argentina en la tabla del Grupo B por una unidad (17 a 16).

Este es un equipo que tiene buen volumen de juego, un potente ataque y también buena defensa. Scholtis lo definió como “una mezcla de Corea y Serbia, es decir, devuelven todo lo que le tirás y te atacan con fuerza”.

Argentina, en Francia, cayó en tie break en la ciudad de Lyon y luego en Niza se impuso por 3-2. Pero a diferencia de esa ocasión, Francia esta vez tendrá dos jugadores con mucha experiencia. Se trata del reconocido universal Stephane Antiga y del capitán Oliver Kieffer (central).

Francia además juega con el armador Pierre Pujol, el opuesto Antonin Rouzier, el punta Loic Geiler y el central Romain Vadeleux. El líbero es Jean-François Exiga. El DT es Philippe Blain, quien está en el cargo desde 2001.

En este torneo, Francia se impuso en seis partidos y perdió cuatro, ganó 23 sets (al igual que Argentina) y cedió 18 (cuatro menos que los albicelestes).

Además, Francia cuenta con el segundo máximo anotador de la Liga, el opuesto Rouzier con 182 puntos, sólo cinco tantos menos que el artillero fines Mikko Oivanen. A su vez, Romain Vadeleux es uno de los mejores sacadores (7 aces), ya que se ubica octavo en el ranking, mientras que Pierre Pujol tiene buenos números en defensa (1,17 promedio por set).