Buenos Aires, 11 de junio . El ex jefe del Ejército y actual embajador argentino en Colombia, Martín Balza, dijo haber tomado conocimiento de la posible existencia de armas nacionales en Croacia, durante la Guerra de los Balcanes, pero aclaró que él ‘jamás‘ vio ninguna.

Balza, quien afirmó que del Ejercito Argentino ‘no faltó ni una bala‘, declaró hoy como testigo ante el Tribunal en lo Penal Económico Tres (TOPE 3), en el juicio por el contrabando de armas a Croacia y Ecuador entre 1991 y 1995, al amparo de decretos presidenciales que consignaban a Panamá y Venezuela como destinos de la exportación.

El embajador en Bogotá aclaró que la existencia de armas argentinas en Croacia le fue informada en setiembre de 1992 y que la información correspondía a ‘trascendidos‘ de la prensa Serbia.

Balza señaló que puso ese hecho en conocimiento del Ministerio de Defensa, entonces a cargo de Oscar Camilión, uno de los 17 procesados en la causa por la cual, incluído el ex presidente Carlos Menem, son sometidos al juicio oral y público que se realiza en los tribunales federales de Comodoro Py.

El testigo, jefe del ejército desde noviembre de 1991 hasta fines de 1995, negó también que en uno de sus viajes a Croacia un general a cargo de un batallón de soldados argentinos le haya exhibido una pistola de fabricación nacional.

‘Después todos habían visto cañones y fusiles‘, ironizó el testigo ante los jueces Luis Imas, Horacio Artabe, Luis Losada y Jorge Pisarenco, el fiscal Mariano Borisnky y los abogados de la Dirección General de Aduanas (que actúa como querellante) Carlos Lobos Oroño y Orlando Ferrari.

‘Ni Panamá ni Venezuela, que yo sepa, hicieron gestiones para comprar armamento argentino‘, enfatizó Balza, quien agregó que mientras la primera solo tenía fuerzas policiales y estaba controlada por los Estados Unidos, la segunda poseía material bélico más sofisticado.

En todo momento la declaración de Balza puso a resguardo al Ejército Argentino, como cuando rechazó faltante de material en la fuerza y dijo que habría que preguntarse quien fabricaba armas, en obvia alusión a la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), entonces a cargo del también procesado Luis Sarlenga.
Balza estuvo procesado y con prisión preventiva (que cumplió en Campo de Mayo) durante la instrucción de esta causa, hasta que en diciembre de 2001, tras varios meses de detención, fue puesto en libertad por disposición de la Sala B de la Cámara en lo Penal Económico, y luego desvinculado del sumario.

Además de Menem, Camilión y Sarlenga, están sometidos a juicio el ex cuñado del primero, Emir Yoma, los oficiales retirados del ejército Angel Vicario, Carlos Franke, Manuel y Jorge Cornejo Torino, Haroldo Fussari, Edberto González de la Vega, la ex agente de la DGA María Cueto y la ex directiva de la DGFM Teresa Irañeta.

También están procesados el sindicado traficante de armamento Diego Palleros, el ex brigadier Juan Paulik, y los ex funcionarios Mauricio Mussi, Carlos Alberto Nuñez y Julio Jesús Sabra.
La causa penal se inició en 1995, cuando el abogado Ricardo

Monner Sans denunció la venta ilegal de material bélico a Croacia y Ecuador bajo la ‘pantalla‘ de exportaciones a Panamá y Venezuela. (Télam)