Tras un operativo de 84 horas, el cuerpo del bonaerense Javier Paduszcek, ayer fue trasladado del cerro Mercedario, Calingasta (donde el hombre había muerto), hasta la Morgue Judicial, pasando antes por el Hospital Barreal. Seis rescatistas pagados por Ana María Allende, viuda del montañista, fueron los encargados de trasladar el cadáver hasta el refugio Laguna Blanca (ver infografía). Luego una camioneta de Gendarmería Nacional llevó los restos para que los reconociera formalmente Allende en el hospital. Así, la historia del rescate llegó a su fin después de que una semana atrás Gendarmería desistiera de bajar el cuerpo argumentando que era imposible llegar hasta el lugar donde se encontraba. Hoy le entregarán el cuerpo a la viuda, según fuentes policiales.
Al grupo de seis rescatistas lo organizaron el glaciólogo Juan Pablo Milana y el andinista Roberto González. Los dos sanjuaninos, junto a dos comprovincianos más y dos expertos montañistas mendocinos -de más experiencia que los sanjuaninos-, partieron el sábado pasado en busca del cadáver del hombre que subió al Mercedario el 23 de febrero pasado. Esa aventura la había encarado con una amiga, Paula Morán, quien lo vio con vida por última vez y avisó de la desaparición (ver cronología).
Ayer ninguno de los seis rescatistas quiso hablar con este diario. Igual trascendió de fuentes relacionadas con los andinistas que todo el grupo pagado por la viuda (no informaron el monto de dinero) ascendió hasta los 5.000 metros de altura en los que se encontraba el cadáver; que lo bajaron usando una especie de camilla con forma de trineo que se arrastraba; que tuvieron que introducir el cuerpo en una bolsa morguera y asegurarlo a la camilla. Y que, por la complejidad del traslado, tuvieron que parar dos noches y acampar en el cerro para recién llegar hasta Laguna Blanca, a 3.100 metros de altura. Desde allí los restos fueron llevados ráudamente en camioneta hasta Barreal.
Previo a buscar todo este equipamiento para bajar el cuerpo, antes lo habían ubicado, pero no habían podido llegar hasta él. Entonces los montañistas realizaron un análisis del terreno, en base a documentación que poseían otro andinistas y por datos obtenidos de internet con el Google Earth.
Al parecer, según información policial, el hombre tenía la cabeza destrozada y perdió masa encefálica. Además tenía politraumatismos y fracturas varias que incluían los pies y las manos. De acuerdo con lo que precisaron los uniformados que tuvieron que realizar el acta del fallecimiento, el hombre cayó y golpeó primero su cabeza contra las piedras y luego todo su cuerpo rodó. Todo hace pensar, según trascendió, que el hombre murió de inmediato con el primer golpe.
A últimas horas de ayer o primeras de hoy se iba a realizar la autopsia a Paduszcek para que la mujer lo pudiera trasladar a Buenos Aires, para ser velado y enterrado.
De acuerdo con el juez de paz de Calingasta, Alberto Ruíz Fagale, la viuda no lloró al momento de reconocer el cadáver.
Ahora, con Paduszceck legalmente muerto, la viuda podrá iniciar los trámites legales que demanda la sucesión de los bienes del andinista, y así, posiblemente, cobrar un seguro de vida.