El homicidio de Candela es asumido “como un fracaso del sistema”, admitió ayer el jefe de los fiscales de Morón, pero aclaró que no sabe qué hubiera podido evitar “este resultado”. Nieva Woodgate hizo este “mea culpa” durante una breve conferencia de prensa, donde explicó que la llamada extorsiva “ocurrió el lunes” pasado y luego de los rastreos se comprobó que esa comunicación se hizo desde un locutorio. Ante esto “se le preguntó a la familia y nos negaron que hubiera un botín”, añadió, y admitió que hubo otros llamados extorsivos.