La tradicional celebración que organiza el Centro Valenciano todos los años cuenta con un promedio de 3.000 personas que disfrutan de la música y las comidas típicas, pero en esta oportunidad asistieron solamente 1.200.
Los organizadores confiaban que la poca cantidad de gente que asistió a primera hora a la celebración se iba a revertir con el paso del tiempo, ya que apostaban a que el show musical de Los Cantores del Alba y la quema del ninot atrajera al público.
Pero esto no sucedió y la gente que estuvo en el final de la fiesta, fue la misma que llegó temprano a sentarse en alguna de las mesas dispuestas en el playón que está al final del club.
De igual manera los que asistieron se divirtieron con los espectáculos artísticos sobre el escenario y las comidas típicas de Valencia que ofrecían.
Hubo dos momentos álgidos en las Fallas Valencianas: la actuación de Los Cantores del Alba y la quema del ninot.
El grupo folklórico salteño comenzó a actuar pasada la medianoche y rápidamente con coplas y bromas captaron la atención del público. Y esta atención la sustentaron con el repertorio de folklore y música mexicana que prepararon y que hizo bailar a los valencianos por más de 1 hora.
El plato fuerte fue la quema del ninot, actividad tradicional de los valencianos, que comenzó a las 2 de la mañana de ayer. Apenas el locutor anunció que se comenzaba con esta actividad, la última de la celebración, todo el público se arrimó hasta la escultura de papel y materiales inflamables que representaba a la mujer como base de toda vida social. El trabajo de 3 meses se consumió en 10 minutos mientras un show de fuegos artificiales pintaba de muchos colores el cielo. La gente mantuvo su cara de asombro y palpitaba con cada explosión. Quince minutos después, las Fallas finalizaron y rápidamente se formó una columna rumbo a la salida del club Valenciano.

