Detrás del aguante chamamecero de Los Alonsitos, que comenzó su show a las 20.15 -40 minutos más tarde- para levantar los ánimos de los jóvenes que se animaron a hacerle frente al cambio climático; Germán Daffunchio puso a Las Pelotas en el escenario dispuesto en Av. Libertador y Las Heras para largar su eléctrica artillería de hits y apuntar directo a la muchachada con hambre de rock and roll.

Recién pasadas las 21.30 -estaba anunciado a las 20-, miles de narices enrojecidas y ojos llorosos a causa del polvo que levantó el sorpresivo viento, recibieron a la banda con un multitudinario: "Vamo, vamo vamo, Las Pelo…", entre flequillos rollingas y torsos desnudos que no repararon en el frío de la noche en medio de esa marea humana que se ubicó a pocos metros del escenario.

El "¿dónde está Julio López?" -que desapareció un año atrás- desde lo más profundo de la garganta de Daffunchio, fue lo que marcó el inicio del recital que se extendió hasta las 23 y estuvo atravesado por los temas que afectan a la sociedad y un poderoso sonido no apto para cardíacos.

Así, en medio del revoleo de banderas, el líder del conjunto dedicó los versos de "Saben", de su último trabajo discográfico Despertar, a "Zanola y todos los mafiosos que hicieron negocios con la gente enferma", como vociferó en alusión a la causa sobre medicamentos adulterados que se investiga en Buenos Aires.

El pavimento tembló debajo de la hinchada. Y la banda se mostró agradecida por el cariño de sus fans, con un diálogo fluido a lo largo del espectáculo.

Sin embargo; la ausencia de Alejandro Sokol -que falleció de un infarto en enero de 2009-, la media naranja de Daffunchio arriba de los escenarios, no pudo disimularse. Y detrás del vacío que dejó su partida, fue inevitable que no sonaran los acordes nostálgicos de "Si quisiste ver" para ese "amigo que está en el cielo", como dijo quien fuera su compañero artístico, mientras la fiesta del rock ardía dentro del pelotero.