Leandro Romagnoli terminó ayer de cerrar el círculo áulico como ídolo de San Lorenzo como figura indiscutida y autor de un gol en la victoria sobre Huracán. Terminó ovacionado por los hinchas y festejando como loco. ‘Poder disfrutar del clásico de barrio, la historia, ganar y darle una alegría a toda la gente es único. Estaba esperando esto, jugar el clásico tras cuatro años y poder ganarlo es una alegría para toda la gente‘, sostuvo Romagnoli.
Esta fecha quedará en la historia para Romagnoli porque es la primera vez que le convierte un gol al Globo. ‘En el anterior estuve cerca, pero en éste se medio. El cariño de la gente siempre está, por eso soy un agradecido y trato de devolverle al gesto dentro del campo’, contó el Pipi.