San Juan, 24 de Septiembre.- Fabricio Fernández, el hombre de 32 años que asegura llorar sangre cuando ora por la paz mundial, dijo tener poderes sanadores y haber curado a una joven que padecía cáncer.

“Me siento un elegido de Jesús, pero simplemente soy un instrumento de él para cumplir una misión en la tierra. Seguiré ayudando a la gente, sanándolas”, dijo el joven a Radio Sarmiento. “Yo curé a la hija de un juez que tenía seis añitos y padecía cáncer, estaba desahuciada y hoy está en perfecto estado. Cómo este, hay muchos casos”, aseguró.

“Estoy un poco dolido, porque cuando sucedió el primer episodio se le comunicó al párroco de la Iglesia de Trinidad y no pudo asistir. Yo llamé al Arzobispado, pero no se acercaron. No he sido bien recibido ni con las puertas abiertas”, dijo respecto a la actitud de la iglesia frente al extraño fenómeno.