A mediados de los "60, DIARIO DE CUYO impulsó una actividad que modificó la vida de las distintas vecindades. Una campaña de formación y de asesoramiento, que no tuvo precedente en la provincia, se llevó a cabo en cada rincón de San Juan. El resultado: la vida de las familias se modificó de cuajo. Aparecieron los líderes barriales comprometidos con la realidad de su comunidad y los vecinos se involucraron en la búsqueda de la solución de los problemas cotidianos. Por primera vez, la gente comenzó a ocuparse de los conflictos barriales, de manera organizada. Así, este medio impulsó la creación de unas 60 vecinales brindando herramientas sociales y legales para su conformación, lo que marcó una bisagra en la vida comunitaria local.
En 1965, Ramón Heriberto Messa y Daniel Turón, que eran miembros de la Comisión de lucha contra el Chagas, recorrieron los sitios más inhóspitos de San Juan para hablar con la gente y conocer sus problemas. Fueron ellos, que luego se incorporaron al plantel de este medio, los que hicieron un estudio de terreno para ver cuáles eran las necesidades de los vecinos. A su vez, tuvieron que hacerles entender que en ellos mismos estaba la solución. Así, mediante charlas, asambleas y talleres comenzaron a surgir las vecinales organizadas.
Lo que brindó DIARIO DE CUYO no sólo fue asistencia a nivel social. El apoyo legal fue una pata fundamental para la aparición de varias decenas de vecinales. Armó estatutos, realizó balances y organizó asambleas durante varios años. Pero además, en las páginas de este medio se contó cada problemática y como resultado, las soluciones aportadas por el Gobierno fueron apareciendo y se pudo ver la concreción de distintas obras como la instalación del gas, pavimento de calles y construcción de cunetas.
La organización de vecinales fue para el Gobierno de gran ayuda, ya que pudo detectar con más rapidez qué es lo que le sucedía a la gente.
Cada barrio recorrido fue visitado también por periodistas. Es por ello que los vecinos se vieron reflejados posteriormente en las páginas de este medio. La gente se sintió protagonista y hacedora de su propia historia. En las charlas de formación brindadas desde este diario también se incluyó la capacitación personal. Muchos vecinos tenían una instrucción escolar precaria por lo que tuvieron que ser preparados para dirigir, para expresarse y para aprender a reclamar por sus necesidades. Así fue que en 1970 se llevó a cabo un congreso provincial de uniones vecinales, un encuentro que volvió a reiterarse en la década de los "90. El 90% de las vecinales que participó, más de 60, había surgido tras las estrategias aplicadas por DIARIO DE CUYO. Desde entonces, de algún modo u otro, los barrios lograron el progreso gracias a la gestión vecinal. Hoy, muchas de estas entidades no existen, pero con el correr de los años aparecieron otras.
Así se dio en la provincia el auge de estas instituciones intermedias sin fines de lucro, que nacieron para convertirse en el nexo entre el vecino y el municipio. En las primeras épocas, la consigna fundamental fue no mezclar la política con la dirigencia comunitaria para que no hubiese intermediarios. Sin embargo, con el paso del tiempo, para algunos, la vecinal se transformó en un trampolín político.
Hace un par de años hubo un nuevo auge vecinal. Es que la aplicación de algunos programas nacionales exige la mediación vecinal para que el Gobierno pueda invertir fondos en pavimentación, gas, semáforos y hasta veredas. Más allá del modo y de las estrategias usadas, los vecinos siguen apostando al trabajo en conjunto para mejorar la vida de una comunidad.
