Lo bucólico de los muñecos, las guerras de bolas y las familias jugando le dieron paso a otra serie de escenas nada divertidas: puesteros que no pueden salir de su rancho, animales que se quedaron sin comida, chicos que debieron ser rescatados, sitios turísticos interrumpidos y rutas que se volvieron peligrosas pistas de patinaje. Este fue el saldo de la segunda jornada consecutiva de nevadas en varios lugares de la provincia, mientras el Servicio Meteorológico pronostica para hoy heladas y una temperatura mínima de 4 grados bajo cero en la ciudad (2 grados más frío que la mínima de ayer).

Uno de los momentos de mayor dramatismo bajo la nieve en realidad se vivió al anochecer del jueves pasado, en Jáchal, donde Gendarmería Nacional tuvo que rescatar a 17 chicos con distintas discapacidades y a 7 adultos que habían quedado aislados en la escuela albergue de la localidad rural de Huerta de Huachi, donde hubo una acumulación nívea de unos 40 cm. Montaron un operativo especial con el que movilizaron a todos, en camionetas y camiones, hasta la zona de La Represa. Por la noche ya se había concretado el rescate, pero no imaginaban que sería la antesala de la dura jornada del otro día.

Con la nieve todavía acumulándose, ayer desde muchos puestos precordilleranos de Jáchal (en especial El Colorado, El Puestito, Los Arroyitos, Divisadero y Loma del Medio) empezaron a llegar SMS con pedidos de auxilio a los medios de comunicación del departamento. En esas zonas de montaña estaban desesperados: la nieve acumulada ya alcanzaba el medio metro de altura, así que los animales (fuente de su economía) se habían quedado totalmente sin alimento. Además, no tenían leña seca para poder calefaccionar sus construcciones humildes. Ni podían salir para ir a los poblados a buscar mercadería. Por eso el Comité de Emergencia de Jáchal, coordinado por el municipio, se puso en marcha: mandaron atención sanitaria, mercadería, cortes de nailon y pasto para los animales. Para eso usaron camiones municipales, las movilidades de Gendarmería Nacional y las camionetas 4×4 que aportaron las empresas mineras Minas Argentinas y Barrick.

Al mismo tiempo, Ischigualasto era cerrado al turismo porque era imposible recorrerlo, y los dos accesos a Iglesia continuaban apenas transitables, por el nivel de peligrosidad en las rutas (ver páginas 15 y 16).