El arquero Juan Pablo Carrizo y el lateral Paulo Ferrari, dos de los principales referentes de River, lamentaron ayer el despido de Angel Cappa. El uno sostuvo en ese sentido que “para que un proceso se sepa si anda bien o no, hay que darle dos o tres años, pero eso en nuestro país lamentablemente es algo imposible”. Mientras que el ex Rosario Central aseveró que “el grupo se siente mal y responsable por lo que pasó. Los que entramos a la cancha y no rendimos como debíamos somos los jugadores”.