Mientras habla, hace un sinfín de especulaciones en torno a lo que puede haberle sucedido a su hijo y las decisiones que él pudo haber tomado desde aquel martes 10 de abril. Ese día, Cristian Santos (22) salió de su casa en Marquesado (en la que vivía con su familia desde hace 8 meses tras llegar desde Neuquén) para ir a una consulta médica en el Hospital Rawson. Después, no volvió.

 

Desde ese momento, Virginia Roquier, su madre, viajó dos veces a Mendoza y una a Neuquén, recorre comisarías, visita a los amigos de sus hijos, hace preguntas y repreguntas, pega y reparte afiches, organiza marchas e incluso habla con personas desconocidas buscándolo.

 

 

A un mes de la desaparición y después de que apareciera el video de las cámaras de seguridad de la Terminal de San Juan que le confirmó que su hijo tomó un colectivo con destino a Mendoza, Virginia habló con DIARIO DE CUYO.

 

La mujer contó que su hijo es una persona amable, confianzuda, que tiene pocos amigos pero muy cercanos, que buscaba trabajo, que es gay pero no estaba en pareja y que sufría de un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) del que se estaba tratando luego de abandonar su adicción a las drogas.

 

A su vez, le regó a Cristian que se comunique con ella: “Ya no sé qué hacer. No le voy a pedir explicaciones. Sólo quiero saber que está bien, verlo, volver a tocarlo”, confió la mujer quebrada.