Releyendo los cientos de pergaminos que recibió a modo de agradecimiento, comenzó a hablar de su vida. Minimizó el hecho de ser periodista y locutor radial desde hace 30 años. Pero por más de media hora se dedicó a dar detalles de la actividad que, según propias palabras, lo ha convertido en un hombre feliz y conciente de que la edad no es un impedimento para vivir a pleno. Se trata de Gilberto Carrizo, de 63 años de edad, que desde 1987 se dedica a conducir y a animar gratis los eventos que organizan los jubilados. Ahora quiere donar parte del terreno donde vive para que allí se construya un salón donde los abuelos de escasos recursos puedan usar para sus fiestas. Y el pasado 8 de octubre tuvo a cargo la conducción y animación de la elección de Reina Provincial de la Tercera Edad, que se hizo en Chimbas.
"Todo comenzó con la muerte de mi madre -comenzó a relatar Carrizo-. Mientras estuvo internada en el Sanatorio Brown prometí hacer algo para darles alegría a los viejitos. Esto luego de que visité todas las habitaciones y vi el sufrimiento de cada uno de los que estaban internados. Entonces prometí que iba a poner mi voz al servicio de los abuelos, hasta que mi garganta aguantara. Así lo hice. Nunca pensé que eso me iba a dar tantas satisfacciones. Coseché muchos amigos que me enseñaron que la edad no es un obstáculos para disfrutar la vida".
Carrizo dijo que la única condición para continuar con su trabajo solidario es que lo lleven y lo traigan. Porque, a su edad, ya no puede recorrer grandes distancias en la bicicleta que heredó de su padre. La misma que utiliza para recorrer los barrios más cercanos a su domicilio para averiguar qué necesitan los abuelos. La información que reúne en esas recorridas, pasan a formar parte de "Lo que la gente pide y aplaude", su programa de solidaridad en Radio 10 de Chimbas.
"Un periodista se debe a la gente y a tratar de mejorar su calidad de vida -sostuvo totalmente convencido-. Hay abuelos que no tienen a nadie y que no pueden movilizarse para hacer trámites. Yo, las veces que he tenido tiempo, hasta les he tramitado jubilaciones y pensiones o he hecho algunos mandados. Siempre gratis y con el único motivo de que a mí me gustaría contar con la amistad de gente desinteresada cuando llegue a ser más viejo".
Gilberto Carrizo tiene 2 hijos y 4 nietos. Pero vive solo en la casa que perteneció a su madre. Y quiere donar todo el fondo de la vivienda para edificar un salón que puedan usar los abuelos que forman parte de un centro de jubilados y que no tienen sede, o los que no tienen recursos para alquilar un salón para hacer una fiesta. Todo sin fines de lucro.
"Hay lugar para hacer un gran salón con 2 baños, uno para hombres y otro para mujeres -sostuvo entusiasmado-. Y ya hay empresarios que me han prometido ayudar para con la construcción. Todos los interesados pueden hacerlo y sin temor a ser estafados".
Carrizo dijo que cuando el salón esté listo va a dejar sentado, ante un escribano público, que es de uso gratuito para los abuelos. También contó que tiene otro proyecto en mente, y para los mismos destinatarios. Quiere, una vez que consiga los recursos necesarios, publicar una revista mensual de la tercera edad. Su fundamento: no hay ninguna publicación que toque temas específicos y exclusivos sobre los adultos mayores. Sostuvo que esto sucede porque "se cree que las personas con más de 70 años dejan de ser un sector interesante dentro de la sociedad, y que sólo resultan un público tentador para los médicos y farmacias".

