Ayer, la Avenida Libertador se convirtió en un gimnasio con miles de alumnos que se destacaron por su resistencia y buena predisposición. Fueron las casi 3.000 personas que asistieron al Maratón del Bicentenario y que terminaron en una clase de zumba bajo la lluvia, tras la suspensión de la carrera por el mal tiempo. Hasta los niños se quedaron hasta último momento para participar del sorteo de premios que estaba programado y que no se suspendió.
Faltaba media hora para la largada y los corredores coparon la intersección de Las Heras y Libertador donde instalaron el escenario. Fue allí donde arrancó la clase de zumba para entrar en calor antes de que comenzara el maratón y que se extendió por más tiempo de lo planificado. Como la lluvia comenzar a caer con mayor intensidad, los organizadores del evento decidieron esperar un poco antes de decidir suspender o no la carrera. Durante ese tiempo hombres, mujeres y niños de todas las edades continuaron participando de la clase de zumba, pese a que la lluvia comenzó a acumularse en la calle y a más de uno se les mojaron las zapatillas.
Encapuchados, con paraguas o tapados con bolsas, los presentes no abandonaron al baile, a pesar de que el locutor anunció que por cuestiones de seguridad los organizadores decidieron suspender el maratón, principalmente para evitar caídas a causa del pavimento mojado.
También dijo que el sorteo de bicicletas, computadoras, pelotas y demás premios aportados por los comerciantes de la ciudad no se suspendió, motivo por el que nadie se retiró del lugar hasta que finalizó el evento.
Mientras ultimaron los detalles para el sorteo de premios la gente siguió participando de la clase de zumba, a esa altura ya empapada por la lluvia. Por esta razón se aceleró la entrega de premios. De todos modos los presentes continuaron moviéndose al ritmo de la música para intentar combatir el frío.
Familias completas, alumnos de diferentes escuelas y grupos de amigos llegaron ayer desde distintos departamentos hasta la ciudad para participar del Maratón del Bicentenario. Muchos de ellos sin inscribirse previamente por lo que también hicieron fila bajo la lluvia para poder hacerlo en el lugar.
Los primero en llegar, pese a la lluvia, fueron los alumnos de Nivel Inicial y los chicos discapacitados que participarían en la categoría de integración que saldría unos minutos antes que el resto. Pero fue la primera que se suspendió por el mal tiempo. Muchos de estos chicos volvieron a sus casas, pero otros se quedaron para correr junto a sus padres. Como no hubo carrera, también participaron en la clase de zumba.

