Fue el 14 de agosto cuando el hallazgo de un bebé abandonado y que tenía dos horas de nacido, conmocionó a los sanjuaninos. Tanto así, que hasta el gobernador José Luis Gioja fue al hospital a conocerlo. En ese lugar le comenzaron a llamar Felipe. Fue Andrea Prado, que caminaba con tortitas y pan de regreso a su casa en el barrio Edilco, Rawson, quien encontró al bebé recién nacido, totalmente al descubierto sobre un toallón azul, con el cordón umbilical cortado y anudado, con restos de sangre seca entre sus piernas. Ese día la mujer cumplía 39 años. De ahí en más Felipe fue a un Hogar de Belén para ser contenido. Al mes de vida, el bebé ya estaba con una familia guardiana, que posiblemente sea quien lo adopte. Hoy el niño goza de buena salud y se encuentra contenido. Hasta el momento, la madre biológica nunca apareció, ni familiares del niño. El caso continúa en manos de la Justicia.