San Juan, 22 de junio.- No es un nene como cualquier otro. No pasa sus horas escuchando a Piñon Fijo ni viendo a Panam. Bastante lejos de eso está. Con sólo 8 años, Catriel es fanático de Black Sabbath, Almafuerte y Sepultura. Y desde los 5 despunta el ‘vicio’ de tocar la batería. Una pasión heredada de sus hermanos, con los que hoy comparte “Critters”, un grupo dedicado al Hard Rock y Heavy Metal, que ya tocó en Chile.

En cada show se repite la rutina. El pequeño se sienta, agarra los palillos y comienza a hacer eso que tanto le gusta y que tan bien le sale. Desde la tribuna es difícil visualizarlo, por su corta estatura, pero su sonido es único. Lo lleva en la sangre.

“Su hermano mayor tocaba en una banda y ensayaban en mi casa. Un día él se sentó en la batería, se puso a tocar y le gustó. Cuando se la llevaron agarró lapiceras, cuadernos, cajas de CDs e improvisó una. Ahí nos dimos cuenta que realmente le gustaba”, de esta manera comenzó a relatar la historia Claudio Álvarez, su papá, a DIARIO DE CUYO ONLINE. “Con mucho esfuerzo le compré una. Él se ponía a ver videos en Youtube y entró a coparse, entonces el hermano lo empezó a guiar y hace un par de semanas le puse un profesor para que lo perfecciones pero en realidad es algo innato en él”, agregó.

Pese a su enorme pasión por la música, Catriel no descuida los estudios. Asiste a la escuela San Vicente de Paul. “Ya está en tercer grado. Obviamente que en música sobresale porque es algo que le gusta mucho, pero le va muy bien en matemáticas, en todo”. Y es que Claudio, pese al amor por la música, les inculca a sus hijos la importancia del estudio.

De todas formas, Catriel es por sobre todas las cosas un niño, al que le gustan los juguetes, aunque él toma la música como una responsabilidad. “Sabe que los viernes tiene ensayo, pero después se va a jugar con los primos y los amiguitos, con camiones, muñecos”.

Todo parece indicar que la aventura musical de Catriel recién comienza y se extenderá por mucho tiempo. Ya recibió llamados para actuar en Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. Y esto recién comienza…