Chile.- El sábado pasado finalizó la cuarta edición del “Cruce de los Andes”, donde participaron dos delegaciones de deportistas conformadas por 17 argentinos y 20 chilenos más un equipo logístico consistente en médicos, kinesiólogos y cocineros, quienes recorrieron en casi una semana un total de 180 kilómetros partiendo el pasado 19 de enero desde Barreal, Argentina, atravesando en promedio 35 kilómetros diarios a través de la Cordillera de Salamanca para cerrar su aventura en el centro neurálgico de esta urbe de la provincia del Choapa. Dentro del duro trayecto destaca el ascenso del cerro Pachón con sus 4065 metros de altura, que tuvo lluvia, granizo, barro y nieve.
El Municipio de Salamanca ha dejado en claro a través de una minuta oficial que el “Cruce de los Andes” tiene como objetivos primordiales “incrementar el capital turístico de la comunidad de Salamanca por medio de la valoración geográfica y territorial de la comuna, a través de actividades que exalten sus atributos geográficos valorados por el mercado del turismo y el deporte” y “unir a dos pueblos y establecer rutas concretas para mejorar la conectividad, comunicación y promover el deporte y turismo entre ambos”.
Su nombre hace honor a la hazaña independista de José de San Martín y Bernardo O´Higgins, quienes también atravesaron la cordillera en 1817 en marco de la “Expedición Libertadora de Argentina, Chile y el Perú” y vio la luz por primera vez en 2013, cuando se realizó el mismo trayecto para trekking y ciclismo simultáneamente.
Sin embargo, lo complicado de la logística necesaria para llevar a cabo la ruta en bicicleta terminó dejando la prueba como un evento exclusivo para senderistas. Una de estas aventureras es Aracely Robles, quien formaba parte del equipo argentino participando junto con su padre Carlos Mario. Robles señaló que era la primera vez que participaba en una prueba de estas magnitudes y que “el apoyo de la gente fue esencial para no decaer. El paisaje es hermoso pero sin ellos no hubiese sido posible que completáramos la ruta con tanto éxito. Espero repetirlo otra vez”. En tanto su padre, reconoció que “aunque yo hago andinismo desde mucho tiempo, incluso he cruzado el Aconcagua, encontré esta prueba más difícil, ya que tuvimos un clima complicado que nos sorprendió en el camino: bajas temperaturas, nieves, lluvias y ríos crecidos”.
Estas asperezas climáticas fueron mencionadas también por los capitanes de ambos equipos. Gonzalo Mateluna, líder del grupo nacional, quien lleva 15 años practicando el deporte aventura de forma esporádica, destacó que, a pesar de su experiencia, el trayecto se presentó durísimo en comparación a las ediciones pasadas del “Cruce de los Andes”, puesto que “debido al Fenómeno del Niño nos encontramos con cinco tormentas cuando llegamos a Chile por lo que fue un Cruce distinto pero al final demostramos que todos somos América. Los obstáculos le hacen bien al ser humano ya que lo hace más fuerte mentalmente”.
En tanto, Alfredo Ros, capitán del equipo argentino, agradeció el recibimiento por parte de los salamanquinos y agregó que “aunque el tiempo jugó en contra, el equipo que se formó fue impresionante porque las dificultades nos permitieron crear amistades que esperamos que perduren en el tiempo”. Por último, Alex Muñoz, Encargado Comunal Deportivo de la Municipalidad de Salamanca, entregó detalles de cómo los deportistas pudieron llegar sanos y salvos a pesar de las vicisitudes del clima de montaña, “tuvimos que sortear un puente que ya no existe, eso nos agregó 60 kilómetros más a la hoja de ruta, los cuales debimos hacerlos a pie. Eso nos demoró más de lo que estaba presupuestado pero lo importante es ya estamos en casa”.
Esta actividad, enmarcada en el proyecto chileno-argentino “Afianzando Lazos de Hermandad” conmemora la suscripción del “Convenio de Colaboración y Hermandad entre Salamanca y Calingasta”, el que además de establecer el intercambio de intereses comunes entre ambas ciudades, busca crear una ruta turística que abra entre noviembre y marzo solamente para la práctica del deporte aventura y se presente así como una alternativa al Paso de Agua Negra, al cual se le quiere dejar exclusivamente para uso comercial.
Fuente: Diario El Día de La Serena, Chile