Como ya se vislumbraba que Italia no iba a estar al nivel de las otras tres potencias (al comenzar el campeonato, su DT señaló que el objetivo era alcanzar semifinales), sino que al menos un escalón abajo, también de entrada estaba la carrera por ver que selección era la que llegaba a semifinales junto a los tres peso pesados, conquista que quedó para una selección brasileña compuesta por varios históricos de la verdeamarilla, como Didí o Karam. Además de lograr una gran actuación en este torneo, como semifinalista tendrá el premio extra de ser cabeza de serie para el próximo mundial, por lo que se evita enfrentar en primera ronda justamente a España, Argentina o Portugal.

La situación de Italia indica que sus semilleros en los últimos tiempos sufren de una gran sequía. La azzurra vivió otra renovación en su plantel y no levanta cabeza. Perder contra Argentina o Portugal en cuartos estaba en la lógica, pero empatar con Francia, perder con Angola y desempatar por penales con Suiza, marcan que está muy lejos de su pasado glorioso.