�Cuando se conoció el caso de las cuatro hermanas que dijeron haber sido sometidas por sus tíos en la casa de su abuela (incluso refirieron que a otras dos primas les pasó lo mismo), uno de los sospechosos señalados desapareció. Para entonces pesaba en su contra la denuncia de una de las hijas de su hermano, que lo señalaba como autor de tocamientos, manoseos y otras prácticas de abuso que no llegaron a la violación, pero se consideran legalmente agravadas. Ese sujeto fue capturado justo el día en que su hermano empezaba a ser juzgado en la Sala III de la Cámara Penal (ayer lo condenaron). Y ahora empezará a ser investigado en el Primer Juzgado de Instrucción que dirige el juez Alberto Benito Ortiz. Ese magistrado deberá resolver si debe o no ser procesado y va a juicio por el abuso sexual de su sobrina.
