Todos coinciden en que el descubridor del potencial de Despoblados es el neuquino Alfredo Oscar Meolano, que a esta altura es un sanjuanino por adopción, en virtud de los años que lleva radicado en estas tierras. Pero quien en la historia estuvo desde un principio y hasta la actualidad detrás de este proyecto, es el italiano Giorgio Stangalino, que hoy preside la empresa Geotermia Andina, aportante de la asistencia técnica. La primera vez que pisó la cordillera de Iglesia fue en el año 1977. Era por entonces un joven geólogo que estaba dando sus primeros pasos en la profesión y que, financiado por Naciones Unidas, llegó a la Argentina para un censo del perfil geotérmico del país. ‘’Visitamos Los Bañitos, Despoblados y El Goyete, que en esa época estaban más próximos al camino que hacíamos en mula; eran épocas donde esta infraestructura no existía. Ahí comprobamos la temperatura superficial en Despoblados, que estaba en orden a los 78 grados; después sacamos muestras e hicimos análisis de laboratorio’’, contó Giorgio.