River ni pasó por su estadio, se recluyó en el Hindú Club, adonde después llegó Passarella, que no había estado en Córdoba. Ahí esperará el partido del domingo, tratando de fortalecerse puertas adentro. Se concentraron todos, incluso los tres que tienen cinco amarillas.

Según el parte oficial de River, hubo trabajos regenerativos nomás, para distender un poco después de tanto nervio. Y se concentraron absolutamente todos, hasta los tres que no podrán jugar el domingo por haber llegado a cinco amarillas, como Almeyda, Ferrari y Adalberto Román. La idea es fortalecerse puertas adentro, seguir en silencio públicamente y concentrarse para un partido histórico en los 110 años del club.