De todo un poco y para todos los gustos. La Gala Gimnástica de la VI Fiesta de la Educación, que organiza la Municipalidad de la Capital, fue un verdadero popurrí de actividades y se vivió como un revival de los festivales de antaño, con un gran esmero de los estudiantes para dejar bien representadas a sus escuelas. Coreografías de gimnasia, bailes de hip hop, pasos de cuarteto, un homenaje a la película Grease y hasta la presentación de una banda de rock estudiantil se mezclaron ayer para generar un clima de celebración en la plaza Aberastain.
La idea de realizar esta Gala Gimnástica surgió para reactivar los festivales estudiantiles que fueron tradicionales hasta la década del ‘70 del siglo pasado.
Y tras el éxito de ayer, la Municipalidad de la Capital no sólo anunció que dejará esta actividad en forma fija en la Fiesta de la Educación, sino que pretende en desde 2014 participen más escuelas del departamento, en un mega evento en el Aldo Cantoni.
Ayer, la jornada la abrieron los niños de segundo grado de la escuela Superior Sarmiento, en la coreo más enternecedora. Con el infalible Gangnam Style, un grupo de porristas bailó y luego le hizo porras a sus compañeritos, que hicieron simulacros de ejercicios físicos. Después entraron en escena las chicas del Colegio Santa Rosa, con movimientos y figuras sobre una canción de Christina Aguilera, agitando tiritas de plástico en sus muñecas.
Casi sin pausa, el centro de la plaza lo ganaron Alex y Martín, de la Escuela Municipal de Arte, que bailaron hip hop y arrancaron los gritos de las chicas por sus pasos que parecían cargados de electricidad. Y ahí nomás explotó la alegría cuando los estudiantes del instituto Juan Garro, invitados de Córdoba, hicieron la historia del cuarteto, en la que no faltaron el legendario grupo Paso Doble, la Mona Jiménez y Rodrigo.
Los alumnos de la escuela de Enología siguieron arrancado aplausos con las canciones más famosas de Grease, mientras que el cierre estuvo a cargo de la banda de rock ‘A falta de uno’, integrada por estudiantes de la escuela Industrial. Pero quedaba un plus para ratificar que la plaza se vistió de fiesta: al final, todos se pusieron a bailar cuarteto, en trencitos interminables en los que la Mona Jiménez invitó a mover el bum-bum.

