El escape de los dos condenados por delitos de lesa humanidad cometidos en San Juan, Jorge Olivera y Gustavo De Marchi, fue el primero en el país, según confirmaron ayer fuentes de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia, de acuerdo a datos relevados a nivel nacional.
Hasta ahora, según las fuentes consultadas, se habían registrado algunas fugas, pero de procesados o de militares retirados que eran investigados, pero no de condenados de haber cometido delitos tales como torturas y la desaparición y muerte de algunas de sus víctimas.
Los casos de Olivera y de De Marchi, que ahora son intensamente buscados, no son los de los únicos prófugos de la Justicia Federal local. En las causas que se tramitan ante el Juzgado Federal a cargo de Leopoldo Rago Gallo y que fueron motivo del megajuicio que terminó con las condenas a 7 represores el 4 de julio pasado, también están fugados Carlos Malatto, Eduardo Vic y Jorge Páez. Según se informó en la última audiencia del megajuicio, éste último incluso estuvo cerca de ser detenido en Bolivia, pero logró escaparse.
El último de los acusados de haber cometido delitos de lesa humanidad en ser detenido fue el exjefe de la Policía de San Juan, Juan Carlos Coronel, en los primeros días de junio. Está sospechado de haber tenido vinculación con la muerte de la joven Marie Anne Erize.