Por primera vez una Selección de un país europeo se consagrará campeón del mundo fuera de su continente. Y también logrará inclinar la balanza a su favor en el duelo con las selecciones sudamericanas, ya que hasta ahora se repartían 9 títulos por confederaciones. Para compensar, Brasil es el único campeón en Asia (2002) y no europeo en Europa (1958).