Cinco minutos antes de las nueve de la noche, el ‘Hilario Sánchez’ no tenía el mejor marco. Con el superclásico terminado, la asistencia pareció que no sería la mejor para respaldar a este San Martín que vive un momento complicado en su regreso a la B Nacional. Pero con el partido ya iniciado, el marco cambió totalmente para terminar ofreciendo un respaldo más acorde a lo que se juega en esta categoría. El aliento fue incondicional y desde el anuncio de las formaciones mismo. En ese momento, Mauro Bogado y especialmente, Maximiliano Bustos, recibieron los primeros aplausos de la noche al ser mencionados desde los altavoces. Ya en el juego, el mejor para la gente fue Lucas Salas quien con sus gambetas encendió la esperanza de la gente verdinegra. Cuando Crucero lo golpeó con el gol, empezaron los murmullos. Recién en el complemento, volvió el aliento y los aplausos cuando San Martín mostró lo mejor de la noche desde lo colectivo en esos primeros 15’ de la segunda etapa. Claro que la esperanza se fue diluyendo con el correr de los minutos hasta llegar al final con el 1-1 ya sellado que terminó cerrando la noche en una mezcla de silbidos, reproches y algún insulto.