En el vivac del autódromo ‘El Zonda-Eduardo Copello’ el Dakar no solamente mostró su glamour y adrenalina, sino también su peligro. Vehículos incendiados y pilotos que debieron abandonar la etapa, como Marcos Patronelli y los sanjuaninos Lino y Federico Sisterna y Sergio Cerdera, transitaban en el lugar para llevarse los últimos recuerdos de la edición.