�Con su habitual frescura y sentido del humor, Lino Sisterna no dudó a la hora de hablar de lo que más extraña mientras corre este cuarto Dakar. “La comida de Argentina es algo único. En Perú estuve cinco días con problemas intestinales por lo que comí. Por eso, fue una alegría inmensa que viniera anoche (por el sábado) mi señora y me pudiera cocinar unas milanesas. Me sentía como nuevo tras comerlas”, destacó el piloto del buggy holandés.
La organización del Dakar les brinda a los participantes las provisiones para cada etapa que consiste en conservas. “Al principio son ricas, pero después no querés ni verlas en figuritas”, explicó el excampeón argentino de rally, quien junto a su equipo ayer trabajó en la mecánica del buggy (foto).