Ariel Romero jamás pensó que, la que sería su última aventura en el hockey italiano, iba a quedar en suspenso por el avance del coronavirus ni tampoco imaginó llegar a San Juan y aislarse por 14 días de manera voluntaria para evitar posibles contagios.

El experimentado hockista, que supo vestir las camisetas de Concepción, SEC y otros clubes de la provincia, obtuvo un permiso laboral y viajó a Italia para aprovechar una buena propuesta económica del Vercelli. La idea original era permanecer en Europa desde enero hasta mayo y conseguir el ascenso, objetivo que estaba encaminado debido a que el equipo ganó los siete partidos que jugó hasta que “explotó” todo por el avance del coronavirus y dejó la definición en suspenso.

Ariel Romero, en acción con la camiseta de Concepción.

“Todo pasó muy rápido en Italia, no como en Argentina que estamos un paso adelante y bastante preparados. En aquel país europeo minimizaron el tema, pero después se fueron dando cuenta de lo que realmente ocurría. No cerraron nada y la gente hacia su vida normal, por eso el virus se propagó muy rápido. Encima se hizo muy difícil frenar el contagio porque muchas de las personas son asintomáticas y eso hizo que el afectado no se diera cuenta de que era un transmisor”, contó Romero en diálogo con Radio Light.

Al relatar su experiencia, el hockista explicó que él se encontraba en la región de Piamonte, al lado de la Lombardia, la región más afectada de la península itálica. “El coronavirus no me afectó directamente, pero sí estuve muy cerca. Primero suspendieron por una semana las actividades y parecía que todo estaba controlado, pero no fue así y tuvieron que volver a parar todo”, aseguró.

A continuación, Romero dijo que “cuando estalló la propagación pensé en venirme porque la situación no era muy linda. Sólo salía a comer a un restaurante, pero allí había 50 personas que no sabías si estaban contagiados o no y quedabas muy expuesto. Realmente tuve miedo de estar allá, porque encima mis amigos en Lombardía me contaban que los hospitales estaban colapsados y la situación era por demás compleja”.

Romero tenía la ilusión de que su posible última aventura en Italia sea positiva, pero quedó en suspenso por el coronavirus.

La familia de Ariel sufrió mucho durante ese tiempo por lo poco alentadoras que eran las noticias, entonces decidió regresar y, gracias a un permiso especial del club, pudo volver a San Juan. Una vez en la provincia, se aisló voluntariamente (en ese momento no había restricciones y no era obligatorio) junto a su esposa y ya lleva la mitad de los 14 días recomendados.

“Nos manejamos bien, siendo responsables y con sentido común para no salir de casa a pesar de que no estemos contagiados. Tengo ganas de poder ver y abrazar a mis familiares, pero por ahora no puedo porque tengo que esperar la evolución”, afirmó Romero, al mismo tiempo que detalló que sus seres queridos les llevan los alimentos sin tener ningún tipo de contacto ni acercamiento. “Les dejamos abierto un portón, los saludamos desde lejos y nos dejan las provisiones, nada más que eso”, cerró el hockista que aún no sabe qué ocurrirá con su participación en el hockey italiano.